El coco nunca ha sido de mis mejores amigos, pero insisto en que hay recetas que uno si o si tiene que probar alguna vez en la vida y esta es una de ellas. Existen muy pocas personas que no disfrutan de un buen flan casero así que es un postre ideal para una cena o almuerzo familiar, o incluso, para regalonear a los hijos, padres, pololo, marido, etc. Una receta dulce hecha con amor nunca le hace mal a una mesa o a un refrigerador, o a panzas hambrientas. Por lo demás, es momento de probar un flan que no sea de vainilla o chocolate, que son los típicos que solemos comer. Vale la pena variar y sobre todo probar este postre maravilloso de coco.
Ingredientes:
- Media taza de azúcar.
- 1 cucharadita de jugo de limón.
- 1/4 de taza de agua fría.
- 4 tazas de leche.
- Esencia de vainilla.
- Cáscara de limón (NO rallada)
- 5 yemas de huevos.
- 5 huevos.
- 3/4 de taza de azúcar.
- 1 taza de coco rallado.
- 1 cucharadita de licor tipo brandy (A elección si ocupará o no)
Preparación:
Para el caramelo clásico que lleva el flan, en una olla o sartén poner media taza de azúcar, jugo de limón y 1/4 de taza de agua fría y revolver hasta que hierva y bajar el fuego a temperatura media. Cocinar sin revolver, hasta que se forme el caramelo. Retirar del fuego y poner en el molde o en los pocillos que decidió usar. Reservar. Por mientras, hacemos el flan. En una olla poner la leche, la esencia de vainilla y la cáscara de limón. En un bol poner las yemas, huevos y azúcar y batir hasta que la mezcla esté espumosa y verter batiendo de a poco la leche caliente hasta que esté bien mezclado. Agregar el licor (si decidió usarlo) y el coco rallado, mezclar. En el molde elegido, verter la mezcla anterior y cocinar a baño-maría en un horno a temperatura media hasta que cuaje. Retirar del horno, dejar enfríar y desmoldar. Servir con hojas de menta, vainas de vainilla, coco rallado o lo que su imaginación le diga.