Yo no sé por que hay, incluso religiones, que prohíben el consumo de pescados y/o mariscos, no tengo nada contra ellas, pero es que yo disfruto tanto el comer estas delicias del mar, que no imagino la vida sin probar de vez en cuando unos buenos ostiones, unas ricas ostras, unas jugosas machas a la parmesana y podría seguir.
La verdad es que no soy la mejor amiga de los pescados, pero por los mariscos, a morir (A lo Américo)... Es típico también que a los niños no les gusten por el olor, por la textura al comerlos, o simplemente por como se ven, y a pesar que cuando yo era niña, era muy mañosa y regodiona (algunas veces me gustaban las cosas, pero a la semana siguiente no, y al mes siguiente si...¡ESTRESANTE!) pero con los mariscos, nunca tuve este problema, es cierto que hay algunos que aún no logran encantarme 100% , como los picorocos, pero de que tengo recuerdos que disfruto de las maravillas del mar... Y hay una en particular que me trae muchos recuerdos de la playa, y es la jaiba. Recuerdo ser muy chica y estar cerca de La Serena con mi familia y comer en la caleta de pescadores patitas de jaiba. Que delicia... y como no existe una receta para las patitas de jaiba, decidí buscar una receta simple y deliciosa, y bueno, aquí va...
Ingredientes:
- 1 kilo de carne de jaiba. (OJO que sean frescas, es muy importante)
- 1 cebolla.
- 1 cajita de crema de leche (también venden en lata, es lo mismo)
- 1 pan remojado en leche (Ojalá marraqueta o pan batido)
- 1 paquete de queso rallado.
- 1 pimentón rojo grande.
- 1 diente de ajo.
- Sal y pimienta, por supuesto.
Preparación:
Partamos con descongelar la carne de jaiba a temperatura ambiente, no en microondas. Ahora es momento de picar la cebolla en finos cuadritos (o lo más pequeña que puedas dejarla) y haga lo mismo con el pimentón rojo. Una vez picadas ambas verduras, freír junto con pimienta, sal y el diente de ajo picado pequeño o molido. El pan remojado en leche páselo por cedazo y mezcle con la carne de jaiba. Luego de que esté bien mezclado, añada el pimentón y la cebolla ya fritas y la crema, mezcle bien. Ahora es momento de dividir en porciones iguales en los pocillos que utilizará, espolvoree queso rallado encima de la preparación. Lleve al horno caliente hasta que el queso gratine, una vez gratinado ya es momento de servir.
Para decorar puede utilizar hojas de cilantro, peregil o patitas de jaiba como el típico pastel que sirven en picadas y restaurant.