Me encanta esta preparación. Me recuerda mucho a mi papá que es fanático y además, es el postre favorito de mi pololo, por lo que prepararlo, me sirve para conquistar y reconquistar el corazón de los hombres de mi vida. Nunca me falla esta receta. Es sencilla de realizar y es ideal para quedar como una verdadera reina (o incluso rey). La foto es del verano, cuando preparaba fuentes enormes de leche asada porque no duraba nada, es que sinceramente, es una delicia. En el blog tengo otra receta, más antigua, la he ido perfeccionando. La otra la dejaré donde está, pero esta es la actual y por la que pongo las manos al fuego.
Ingredientes:
- 1 litro de leche.
- 7 huevos.
- 1 taza y 3/4 de azúcar.
- Esencia de vainilla.
Preparación:
Batir la leche y los huevos. Agregar esencia de vainilla a gusto. Yo agrego bastante porque me gusta que tenga harto sabor, pero es cosa personal. Agregar una taza de azúcar y batir. Llevar a fuego bajo y revolver constantemente hasta que esté tibio, ojo que no hierva. Mientras, pon el azúcar sobre tu molde apto para mucho calor y ponlo sobre un hornillo de la cocina (así hago yo el caramelo). Lo dejo ahí a fuego medio y muevo de un lado a otro la fuente para que se vaya poniendo sobre todo el fondo. Ojo con que se te queme. Se pone muy amargo el caramelo, el ideal tiene que tener color dorado. Una vez listo el caramelo, pon encima la mezcla preparada anteriormente y lleva a horno a 170° hasta que cuaje. ¡y a disfrutarrrr!
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